Restaurantes en las alturas y centros comerciales bajo tierra

En España la mayoría de restaurantes se encuentran en la planta calle o en el último piso en caso de ser un restaurante con terraza o vistas. En Japón, funciona un poco diferente; claro que muchos restaurantes están situados en la planta calle, pero la ya comentada falta de espacio ha llevado a que muchos BUENOS restaurantes estén localizados en las plantas altas de los edificios donde conviven con oficinas, apartamentos, tiendas, etc. Sales del ascensor y en una puerta del piso en cuestión te encuentras un restaurante!

Este es un tema que sorprende o que puede pasar desapercibido a los viajeros la primera vez que visitan Japón. Los restaurantes que se encuentran en los rascacielos se identifican desde la calle con los llamativos carteles luminosos tan típicos de las grandes ciudades japonesas, el problema es que como están escritos en kanji la mayoría de extranjeros no pueden entender que lo que allí se anuncia es un restaurante.

 Calle de Shinjuku, Tokio

Una solución puede ser ir a mirar en la entrada del edificio, allí suele haber placas o carteles explicativos de qué puedes encontrar en cada piso, normalmente aquí los restaurantes son más fácilmente identificables con paneles que incluyen información y algunas fotos del establecimiento y de la comida que ofrecen. Aunque hasta que no subas y  lo veas por ti mismo, no sabrás ciertamente el ambiente que respira el local. La mayoría de los restaurantes que se encuentran en plantas superiores de los edificios suelen ser izakayas (típicas tabernas japonesas donde se comen tapas y se va a beber), un poco lúgubres y oscuros. Son locales muy típicos y auténticos en Japón!

En contraste, en  Japón tenemos también grandes centros comerciales (con tiendas y también muchos restaurantes!) bajo tierra, esto puede ser en plantas sótano de grandes rascacielos llenos de oficinas o también es muy común encontrarlos en estaciones de metro o tren.

 Ciudad Sótano Yaesu – Estación de Tokio

En las grandes urbes japoneses la cantidad de gente que puede circular por una estación de intercambio como Shinjuku o Shibuya es apabullante, por lo que se desarrollan en ellas grandes centros comerciales de varias plantas donde la gente puede aprovechar para comer o hacer todo tipo de compras. El resultado es estaciones enormes de varios kilómetros con varias salidas en cada uno de los puntos cardinales (norte, sur, este y oeste) que se convierten en auténticos laberintos. Nada que ver con las pequeñitas tiendas que se encuentran en España dentro de una estación.