Cada año el día 11 de febrero es festivo en Japón por la celebración del “Día de la Fundación de Japón” (Kenkoku Kinen no Hi, y de la ascensión al trono del primer emperador del país, el emperador Jinmu.
Veamos a continuación en detalle el significado aparentemente complicado de “Kenkoku Kinen no Hi”:
建国 (kenkoku) → “fundación de la nación”. Donde “建” significa “fundación” y 国, “país”
記念 (kinen) → “conmemoración”
の (no) → partícula que corresponde a la preposición “de”
日 (hi) → “día”
Si los ponemos todos juntos, aunque desordenado, tenemos el significado directo de “Día de la conmemoración de la fundación de la nación”.
Los orígenes de Japón y su fundación
Según el libro antiguo sobre historia y mitología japonesa escrito en el siglo VIII, Nihon Shoki (日本書紀, Crónicas de Japón), el primer emperador de Japón, llamado Jinmu, descendiente de la diosa del sol Amaterasu, ascendió al trono el primer día del año 660 a.C.
Hay que tener en cuenta que hasta el año 1873 Japón usaba el calendario lunisolar. Fue en la época de la restauración Meiji cuando se decidió cambiar al calendario gregoriano, que es el que se utiliza actualmente en occidente y también en Japón. Según el calendario de gregoriano, el primer día del año lunisolar corresponde al día 11 de febrero, por este motivo el “Día de la Fundación de Japón” se celebra actualmente cada año en esta fecha.
Los orígenes de la celebración
Los orígenes de esta festividad se remontan a la época de la restauración Meiji, un período crucial en la historia de Japón con grandes cambios a nivel social, político y económico. Momento en que el gobierno quiso conectar la religión autóctona del país, el sintoísmo, con el Estado aludiendo a la leyenda de que el primer Emperador, Jinmu, era descendiente directo de la diosa Amaterasu y vincular así a la familia imperial con el mundo de las deidades sintoístas.
Famoso grabado del Emperador Jinmu de inicios de la era Meiji.
Fue en este contexto histórico cuando en el año 1873 (con el cambio del calendario lunisolar al gregoriano) el emperador de la era Meiji estableció la fiesta nacional del “Día del Imperio” (Kigensetsu, 紀元 節). Su objetivo era reforzar la legitimidad de la familia imperial y la figura del emperador como único gobernante del país después de la abolición del Shogunato Tokugawa, así como el amor por la patria y fortalecimiento de la nación. En la festividad del Kigensetsu se realizaban grandes desfiles, competiciones deportivas, lectura de poemas, canto del himno nacional y discursos patrióticos. Era considerada una de las cuatro festividades más importantes de Japón.
Sin embargo, esta festividad se acabó considerando de naturaleza nacionalista y después de la Segunda Guerra Mundial, en la Constitución de la posguerra del año 1945 fue abolida.
La celebración del Día de la Fundación de Japón hoy en día
Después de numerosas quejas, el año 1966 se restableció la festividad bajo el nombre de “Día de la Conmemoración de la Fundación de la Nación”. Es un día en que se expresa amor al país pero han disminuido las referencias a la figura del emperador. Al contrario de la antigua celebración del Kigensetsu, las celebraciones del Día de la Fundación de Japón son poco importantes. Se puede ver un aumento de banderas japonesas en las calles o en las entradas de las casas, pero a parte de esto no suelen haber grandes manifestaciones abiertas que fomenten el patriotismo. Sí que hay que tener en cuenta que ese día muchos edificios gubernamentales y empresas están cerradas.
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